Visitar la Patagonia significa deslumbrarse con la belleza de sus paisajes y su fauna. Cada lugar tiene su encanto, pero existe un rincón particular que atrapa a los visitantes. Se trata de Puerto Deseado, una pequeña ciudad de la provincia de Santa Cruz, que cuenta con una rica historia y le ofrece a los turistas una experiencia única.
«Cuando uno piensa en la Patagonia se imagina el hielo y las montañas, y se olvida de que tenemos mar. Estás tomando mate en la costanera y ves una tonina que salta, un delfín o un lobo marino que pasa», así describió María Carla Ferreira Da Cruz, algunas de las peculiaridades de Puerto Deseado, donde es directora de Turismo.
La ciudad se ubica a 1.400 kilómetros de Bahía Blanca y para llegar se puede ir por la Ruta 3 hasta Jaramillo y después hacer una hora de vía de ripio hasta este punto turístico. Vía aérea la conexión se hace desde Comodoro Rivadavia y de allí por tierra, también por la Ruta 3.
«Sudamérica es muy grande, Argentina es muy grande, pero el único lugar accesible para ver un pingüino de penacho amarillo es Puerto Deseado», destacó Ferreira sobre uno de los principales atractivos de este destino. A esta hermosa especie se le puede ver en las excursiones que se organizan entre septiembre y marzo de cada año, cuando llegan a reproducirse.
La ría es otra de las bellezas de Puerto Deseado. Sus aguas turquesas le dan un toque especial que se complementa con una amplia biodiversidad. A los pingüinos y animales marinos hay que sumarle la presencia de 120 especies de aves, y por su puesto, la radiante flora patagónica.
«¡Y el viento! A veces nos quejamos, pero ese viento que sopla también tiene su magia y se lleva toda la energía negativa», afirmó la funcionaria.
Puerto Deseado fue fundada en 1586 por el navegante inglés Thomas Cavendish. Allí hicieron paradas famosos hombres de mar y de ciencia, como Magallanes y Charles Darwin, quien acampó en diciembre de 1883.
En la actualidad tiene 28 mil habitantes y es uno de los destinos turísticos emergentes de la provincia. «Tenemos hoteles, departamentos, cabañas, para todos los gustos, camping para motorhome y restaurantes», destacó Ferrerira y agregó que se puede disfrutar de una excelente gastronomía marina que incluye langostinos, calamar y pescado de la zona. «En medio de la nada, encontrás todo. Estamos preparados para recibir a los turistas y queremos mejorar más», aseguró.
La recomendación de la funcionaria es que el visitante planifique para estar entre tres y siete días de manera que pueda disfrutar con calma «todos los rinconcitos, las reservas, las cuevas, las piletas naturales para el verano, el camino costero, la navegación en la ría».
Son múltiples los lugares que ofrece para visitar. Por ejemplo, la Gruta de Lourdes, un santuario que, «no hay quien lo visite que no tenga una sensación diferente». En todo el mundo hay siete iglesias que tienen un faro y una de ellas está en Puerto Deseado.
También está el Museo de Arqueología y conservación Subacuática, que es el único en Argentina dedicado fundamentalmente a la conservación y exhibición de las piezas y objetos que periódicamente se rescatan de la corbeta Swift hundida en la ría Deseado en el año 1770.
Muy cerca de Puerto Deseado (a 256 km) se puede visitar el Bosque Petrificado de Jaramillo. Allí se encuentran árboles petrificados que llegan a medir 35 metros de longitud y hasta 3 metros como diámetro. «Te ves chiquitico al lado del tronco», comentó Ferreira y agregó que ahora en temporada baja funciona de 10 a 17 y la entrada es gratis.
Para obtener información sobre este destino y consultas se puede visitar el sitio web https://turismo.deseado.gob.ar/ o por WhatsApp 0297-155133803
