A 178 kilómetros de la capital provincial, Barrancas posee uno de los tesoros rupestres más importantes del país y de la región. Las pictografías y petroglifos incaicos, ubicados muy cerca del poblado en sus imponentes formaciones rocosas, constituyen una de las postales más características de este pueblo. Históricamente, fue un lugar de paso de las caravanas como uno de los ramales del Camino del Inca.
Recientemente fue seleccionado, junto a otros siete, por la Subsecretaría de Turismo para competir por ser los mejores del mundo en el marco del concurso Best Tourism Villages, organizado por ONU Turismo. Se habían presentado a la preselección 32 pueblitos rurales argentinos de 17 provincias distintas.
Cuenta con un legado histórico de más de un siglo y homenajea a Abdón Castro Tolay, un maestro que optó por trasladar la escuela desde un paraje cercano hasta el sitio actual del pueblo. Barrancas sumerge a quienes lo visiten en las profundidades de la historia y las tradiciones andinas.
Forma parte del departamento de Cochinoca, en la Puna, corazón de la provincia de Jujuy. Está ubicada a 1.600 km de Buenos Aires y a unos 2.100 km de Bahía Blanca.
Una parada obligatoria es el Centro de Interpretación Arqueológica, que guarda el legado histórico del sitio y testimonios del pasado que aún perduran en las costumbres y obras de la gente local.
Una de las experiencias imperdibles en este destino es conocer las artesanías locales y aprender de las propias creadoras acerca de la elaboración de prendas, desde la esquila hasta su confección. Partir de Barrancas sin degustar su gastronomía es como no haber llegado: muchos proveedores de servicios turísticos locales ofrecen las delicias del lugar.
Además, la comunidad ofrece experiencias de turismo comunitario que permiten a los viajeros sumergirse aún más en la vida cotidiana de Barrancas y conectarse con su gente.
Fuente: TN / Somos Jujuy