El Centro de Rejuvenecimiento Mount Kailash, ubicado en un área remota de Santa Lucía, se ha convertido en un referente para quienes buscan sanación holística. Tras un descenso por un camino empinado y rocoso, los visitantes son recibidos por el Honorable Sacerdote Kailash, fundador del centro, quien les ofrece cocos recién cortados como gesto de bienvenida.
Antes de establecerse en este enclave natural, el Sacerdote Kailash estudió medicina y adquirió reconocimiento como experto en herbolaria. Explica que, en el pasado, el uso de hierbas era visto con escepticismo y asociado con prácticas supersticiosas. Sin embargo, con el tiempo, el valor de la medicina herbal ha sido reivindicado. Su centro alberga una escuela de medicina natural que atrae a estudiantes de todo el mundo, interesados en aprender sobre las propiedades curativas de las plantas.
Los alrededores del centro están cubiertos por una densa vegetación, con cascadas y una diversidad de aves que complementan el entorno tranquilo. Durante un recorrido por los jardines, el Sacerdote Kailash destaca algunas plantas medicinales y sus usos. Por ejemplo, el «carpenter’s bush» es recomendado para equilibrar hormonas y aliviar síntomas de la menopausia. Otras hierbas como el «rey del bosque» tienen propiedades antimicrobianas y antifúngicas, mientras que el jengibre es ampliamente utilizado para problemas digestivos. El cacao, conocido por su alto contenido de antioxidantes, se emplea tanto en la alimentación como en tratamientos para la piel.
Uno de los tratamientos más populares en la isla de Santa Lucía es el envolvimiento corporal con chocolate, una terapia que promete hidratar la piel y mejorar su elasticidad. Sin embargo, la isla ofrece muchas más opciones en el ámbito del bienestar. En la bahía de Praslin, en la costa este, se encuentran granjas de musgo marino, una especie de alga rica en vitaminas y minerales. Este superalimento es conocido por favorecer la salud digestiva, mejorar los niveles de energía y contribuir al buen funcionamiento de la tiroides gracias a su contenido de yodo. Muchos agricultores locales cultivan musgo marino y lo exportan a mercados internacionales, especialmente en el Reino Unido.
Santa Lucía también es famosa por los Pitons, dos icónicas montañas que emergen del mar Caribe. En las cercanías, la Ruta Natural Têt Paul ofrece un recorrido a través de la selva tropical, donde los visitantes pueden observar diversas plantas medicinales en su estado natural. Tras la caminata, muchos optan por relajarse en los baños de lodo de Sulphur Springs, cuyas aguas minerales se calientan de manera natural por la actividad volcánica de la isla. Se cree que estos baños tienen propiedades beneficiosas para la piel y ayudan a aliviar dolencias como la artritis y el eccema.
En la costa occidental, en el complejo Stonefield Villa Resort, se encuentran antiguos petroglifos escondidos entre la vegetación. Se piensa que este sitio pudo haber sido un lugar ceremonial utilizado para asistir en nacimientos. Los guías locales comparten conocimientos sobre plantas autóctonas como la moringa, considerada un superalimento por sus múltiples beneficios para la salud, y la cúrcuma, utilizada por sus propiedades antiinflamatorias.
El turismo de bienestar en Santa Lucía se complementa con tratamientos en spas locales que utilizan ingredientes naturales como hibisco y aceite de coco. Al final del día, muchos visitantes eligen admirar la puesta de sol en un recorrido en barco, desde donde se pueden observar los Pitons en todo su esplendor. Santa Lucía, con su abundante flora medicinal y su ambiente rejuvenecedor, continúa atrayendo a quienes buscan un equilibrio entre la naturaleza y la sanación holística.
Con información de National Geographic Travel
