Dormir en museos, acuarios y librerías se ha convertido en una tendencia global que redefine el turismo urbano y la relación con los espacios culturales. Lo que comenzó como una propuesta infantil hoy atrae a adultos que buscan experiencias sensoriales y únicas en ciudades como Nueva York, París, Tokio o Buenos Aires. Estas iniciativas transforman los lugares dedicados al conocimiento y la contemplación en escenarios de descanso, introspección y aventura.
En Estados Unidos, el American Museum of Natural History lidera con su famoso “A Night at the Museum”, donde los visitantes duermen bajo la icónica ballena azul de 29 metros, con recorridos, proyecciones y actividades temáticas. Experiencias similares se replican en el Georgia Aquarium, con su “Sleep Under the Sea”, y en el Field Museum de Chicago, que invita a pasar la noche junto a fósiles de dinosaurios. En Europa, la librería Shakespeare and Company de París mantiene desde los años 50 su tradición de permitir pernoctas entre estantes, mientras que el Science Museum y el Natural History Museum de Londres ofrecen veladas con cócteles, música y recorridos exclusivos.

El fenómeno también se extiende a Asia y América Latina. En Japón, el Book and Bed Tokyo propone dormir en cápsulas escondidas en estanterías, más como una experiencia literaria que como un alojamiento convencional. Buenos Aires y Ciudad de México comienzan a experimentar con versiones locales en bibliotecas y centros culturales.
Estas experiencias buscan generar una conexión emocional profunda con el entorno: dormir entre tiburones, bajo obras de arte o rodeado de libros se convierte en un acto de redescubrimiento infantil y sensorial. Desde el punto de vista económico, museos y librerías encuentran una nueva forma de monetizar espacios fuera del horario habitual y atraer públicos diversos.
Sin embargo, los desafíos son múltiples: desde el control de la higiene y la temperatura hasta la seguridad y la preservación patrimonial. Aun así, el crecimiento de estas propuestas confirma el auge de un turismo experiencial que privilegia la emoción y la inmersión cultural, convirtiendo la noche en un territorio de descubrimiento y asombro.
Con información de Infobae
