América Latina es una región donde la geografía extrema, los paisajes abiertos y las historias ancestrales se mezclan con relatos de avistamientos, luces misteriosas y teorías que alimentan la imaginación de miles de viajeros. Para quienes buscan turismo con un toque de misterio, aquí van cinco destinos latinoamericanos que se han convertido en auténticos referentes para quienes siguen de cerca el fenómeno ovni. Cada uno ofrece una atmósfera única, actividades diversas y el encanto de lugares donde la frontera entre mito y realidad parece desvanecerse.
Valle del Elqui, Chile
El Valle del Elqui es reconocido globalmente como uno de los puntos con mayor cantidad de avistamientos en Sudamérica. La combinación de cielos despejados, baja contaminación lumínica y relatos locales lo han convertido en un imán para ufólogos y curiosos. Es un imperdible porque allí se multiplican testimonios sobre luces que cambian de dirección, objetos que desafían las trayectorias habituales y fenómenos luminosos inexplicables. Además de las vigilias nocturnas, los viajeros pueden disfrutar visitas a observatorios astronómicos, rutas de pisqueras, turismo de bienestar y caminatas entre montañas cargadas de energía según la tradición elquina.
Capilla del Monte, Argentina
En torno al Cerro Uritorco se han tejido algunas de las historias más célebres sobre ovnis en la región. Se habla de puertas interdimensionales, luces que se deslizan sobre la ladera y presencias desconocidas que han sido vistas incluso a plena luz del día. Es un destino indispensable para los fanáticos del tema, ya que combina misticismo, naturaleza y una comunidad local profundamente vinculada a lo esotérico. En el pueblo también se puede recorrer el dique El Cajón, disfrutar de senderos serranos, visitar ferias artesanales o realizar cabalgatas que permiten explorar el paisaje cordobés.
San Clemente, Chile
Esta localidad costera destaca por la alta concentración de reportes de avistamientos, especialmente en la zona de la Laguna del Maule. Muchos investigadores aseguran que la región posee una actividad inusual debido a la presencia de formaciones geológicas singulares y la intensidad energética del área. Es un imperdible porque ofrece escenarios donde la vista se pierde entre volcanes, lagos y mesetas ideales para hacer vigilancia nocturna. Quienes visitan San Clemente también pueden disfrutar de termas naturales, excursiones de alta montaña y rutas que recorren parte de la Reserva Nacional Altos de Lircay.
Ciudad del Este, Paraguay
Aunque es conocida principalmente por su actividad comercial, Ciudad del Este y sus alrededores han sido escenario de numerosos testimonios de objetos voladores no identificados que se desplazan sobre la represa de Itaipú o sobre áreas boscosas aledañas. Es un destino singular porque combina urbanidad y naturaleza con relatos modernos que despiertan la curiosidad. A nivel turístico, el viajero puede visitar el imponente complejo hidroeléctrico, recorrer Saltos del Monday, hacer compras internacionales y degustar gastronomía paraguaya con fuerte influencia multicultural.
Cenotes de Yucatán, México
En la península de Yucatán abundan historias que vinculan a seres extraterrestres con las antiguas civilizaciones mayas. Muchos lugareños relatan luces que emergen o desaparecen cerca de los cenotes, e incluso hay teorías que conectan estas cavidades con supuestos puntos de energía utilizados por visitantes de otros mundos. Es un imperdible porque combina mito, arqueología y naturaleza en un mismo escenario. Además de las vigilias, se pueden visitar ciudades mayas como Chichén Itzá o Ek Balam, nadar en cenotes cristalinos, recorrer pueblos mágicos y disfrutar de la gastronomía yucateca, una de las más distintivas de México.
