Planificar un viaje suele estar dominado por la emoción de elegir destinos, reservar hoteles y armar itinerarios turísticos. Sin embargo, existe un aspecto fundamental que a menudo se posterga hasta el último minuto o se subestima: la salud durante la estadía en el extranjero. Un dolor de muelas imprevisto, una indigestión por probar gastronomía exótica o una simple ampolla por caminar en exceso pueden transformar unas vacaciones soñadas en una experiencia incómoda. Más allá de la ropa y los documentos, el botiquín de viaje es un elemento indispensable en el equipaje.
Para despejar dudas sobre qué llevar exactamente, el doctor Jorge Draghi brindó su experiencia médica y de viajero en el programa Amo Viajar, donde desglosó, paso a paso, los medicamentos esenciales y las precauciones necesarias para evitar contratiempos médicos lejos de casa. Su primera recomendación no fue una pastilla, sino una precaución administrativa: «primero es sacar el seguro, los costos (de la salud en el exterior) son altísimos», advirtió, haciendo énfasis en leer la letra chica de las coberturas.
El especialista dividió el botiquín en dos grandes grupos. El primero corresponde a quienes tienen patologías previas (diabéticos, hipertensos, asmáticos). Para ellos, es vital calcular la cantidad de medicación para todos los días y prever su transporte. En casos de asmáticos que usan aerosoles (PAF) o pacientes con apnea del sueño que requieren un equipo CPAP, Draghi sugirió: «decíle a tu médico que te haga una pequeña historia clínica en inglés». Esto evita problemas en los controles de seguridad de los aeropuertos.
«Vos llevas tu aparatito CPAP, hay algunas aerolíneas que no te lo permiten, pero ellos te dan uno y el tuyo viaja con el equipaje. Es una cuestión de seguridad, más que nada», detalló.
Asimismo, hizo una advertencia especial sobre el aceite de cannabis: «Aquellos pacientes que están con cannabis medicinal siempre pregunten antes en la aerolínea porque no en todos lados está autorizado el cannabidol medicinal».
El sistema digestivo: el gran protagonista
Los cambios en la alimentación y el agua suelen ser los principales enemigos del viajero. Draghi recomendó beber siempre agua envasada, ya que la flora local puede afectar al turista. Para combatir la diarrea, mencionó la loperamida como la opción más rápida, aunque con cautela. Para complementar, sugirió el uso de estreptococcus valburdii, un producto natural para restablecer la flora intestinal. Según el doctor, «te podés tomar una loperamida y después te podés tomar algo que te reconstituya la flora intestinal».
«Tuve la suerte de viajar por Marruecos y allí me dicen que el agua es potable, pero para ellos, porque mi flora intestinal es totalmente diferente. Así que, si bien es potable, te puede dar diarrea», comentó sobre la hidratación.
Para la acidez estomacal, recomendó llevar antiácidos líquidos o masticables, mencionando marcas como Milanta. En el caso de excesos de comida y alcohol (muy común en hoteles all inclusive), sugirió llevar enzimáticos como el BIL-13 o medicamentos más nuevos como el Ileus, que también actúa como anti nauseoso.
Es importante diferenciar los digestivos de los antiespasmódicos. Draghi aclaró que medicamentos como Sertail o Buscapina sirven para el dolor y para «enlentecer» el proceso, explicando gráficamente: «Cuando vos tenés una comida fuerte, con alcohol, etcétera, tu cuerpo está a 200 kilómetros por hora».
Dolores musculares y cuidado de los pies
Las largas caminatas turísticas pasan factura al cuerpo. Para los dolores musculares y articulares, el médico aconsejó llevar analgésicos comunes como ibuprofeno o Paracetamol. Para dolores más intensos, recomendó Diclofenac, haciendo la distinción entre sódico (para personas con presión normal) y potásico (para hipertensos). Incluso ofreció un truco para potenciar el efecto sin dañar el estómago: comprar diclofenac de 50mg, ya que «lo podés juntar para que sumen el efecto con un paracetamol».
Un consejo curioso pero esencial que ofreció el doctor se centró en la prevención de heridas en los pies antes de las largas caminatas: «Una de las cosas fundamentales cuando vas a viajar, cortate las uñas de los pies». Esto evita que, al hincharse el pie, la uña lastime el dedo vecino.
Finalmente, aunque desaconsejó la automedicación, sugirió llevar antibióticos de amplio espectro para tenerlos a mano en caso de que un médico lo indique por videollamada a través del seguro de viajero. El kit se completa con elementos básicos como curitas y vendajes, y el doctor recordó la importancia de la higiene del cepillo de dientes, secándolo bien para evitar bacterias del agua local.
