El mundo del turismo es un fascinante universo en constante expansión y transformación. Hoy en día, su práctica profesional se ha vuelto imprescindible, atrayendo a una multitud de jóvenes apasionados que buscan descubrir nuevos horizontes y convertirse en piezas clave en un sector fundamental de la economía.
En Argentina, más de 20 casas de estudio ofrecen esta carrera y una de ellas es la Universidad Nacional del Sur (UNS), en Bahía Blanca, con unos 100 inscriptos por año para la licenciatura, cifra que la posiciona entre las de mayor matrícula en el país.
“En la UNS se van a encontrar una carrera en la que van a poder desempeñarse en un ámbito que trabaja con la felicidad de la gente, porque nosotros trabajamos para que la gente sea feliz. En las vacaciones, te pueden pasar cosas, pero la actitud de la gente cuando nos viene a ver es de algo lindo, algo positivo; ya sea desde un municipio para hacer una planificación o en una agencia para organizar un viaje”, señaló la directora decana del Departamento de Geografía y Turismo de la UNS, Mg. Cecilia Alejandra Rodríguez.
Durante una entrevista en el programa Amo Viajar, la académica conversó sobre la carrera, su visión acerca del turismo en Argentina, la influencia de las nuevas tecnologías en este sector y la manera en que se afrontó la pandemia de Covid-19.
“Las dimensiones del turismo son múltiples. Es una actividad y un fenómeno social muy complejo para abordar que no implica simplemente viajar. Se viaja, hay algunas actividades, pero el turismo para nosotros no es solamente un viaje”, dijo.
Rodríguez explicó que la carrera de Turismo “tiene actualmente dos orientaciones: una más orientada a las empresas, a la gestión empresarial; y la otra, a los destinos turísticos, la planificación y gestión de los destinos. A lo largo de la carrera se les brinda las materias que tienen que ver con los servicios turísticos: transporte, alojamiento y agencias de viaje que son parte sustancial de la actividad turística”.

“También formamos egresados que puedan desempeñarse como ministros de Turismo, como secretarios de Turismo y que sean gerentes de empresas nacionales y multinacionales. Tienen que tener una mirada diversa y con mucho contenido. Un egresado en Turismo de la UNS tiene materias como comercialización, formulación de proyectos, planeamiento turístico, gestión de la calidad de políticas turísticas, administración de empresas, psicosociología de las organizaciones, elementos de derecho”, detalló.
Además, está en proceso un nuevo plan de estudios y Rodríguez destacó que “todas las materias que tienen en el plan vigente y las que tendrán con el nuevo plan que se está por aprobar, apuntan a que los egresados tengan todas las herramientas para poder desempeñarse lo mejor posible en el gerenciamiento o dirección del turismo en tanto actividad económica y fenómeno social”. Por otra parte, se está trabajando en una oferta de posgrado con el formato de diplomatura sobre los destinos innovadores o destinos inteligentes.
Nuevas tecnologías: inteligencia artificial, influencers y plataformas
La información turística en la actualidad es amplia y también las opciones para planificar viajes desde la computadora, un escenario en el que además irrumpe la inteligencia artificial (IA) con todo su potencial. Sobre este tema, la directora decana del Departamento de Geografía y Turismo de la UNS, Mg. Cecilia Alejandra Rodríguez, aseguró que hay un punto de inflexión reciente con la IA y consideró que dentro de la carrera es algo en lo que “deberíamos ponernos a trabajar y a pensar cómo aprovecharlo y cuáles son las deficiencias que tiene. Es un hecho, está allí. Puede no dar buenos resultados en algunas instancias, pero eso va a mejorar, porque se retroalimenta solo”.
Por otro lado, considera que los influencers “son estrategias, herramientas, que las empresas toman, por distintas vías, como las redes, para llegar al usuario y son válidas. Lo que por supuesto debería preservarse es la certeza en los datos que se brindan. La información en la actividad turística es sumamente importante. Muchos influencers, por ejemplo, muestran los paisajes y es hermoso y nos va a brindar siempre esa experiencia, pero un viaje no es solo eso. Si yo me alojé en un hotel, pero me encuentro con una habitación que no está higienizada, que hay problemas para mi seguridad, el viaje, la experiencia no va a ser buena”.

“Entonces el rol de estos influencers es delicado y cada prestador de servicio y gestores de los destinos deberían ser deben ser muy cuidadosos con qué es lo que se transmite, porque les puede resultar perjudicial”, afirmó sobre el tema.
En cuanto al acompañamiento que ofrecen múltiples aplicaciones a los turistas para hacer más sencilla la experiencia de viaje, Rodríguez considera que muchas de esas iniciativas deben gestionarse desde el estado, bien sea nacional, provincial o municipal a través de los sistemas de información turística.
“Ahora puntualmente estamos trabajando en un sistema de información turística para Monte Hermoso con un proyecto que financia la provincia de Buenos Aires y es justamente que el turista tenga a disposición la tecnología, que es la que nos facilita para la buena experiencia”, señaló.
La tecnología permite desde hace algún tiempo que cada viajero organice su viaje por su cuenta, es un tema sobre el que Rodríguez opina que «hay que usarlas con cuidado» y reivindica el rol de las agencias, para lo que usa como ejemplo la pandemia: “Fue sustancial (la agencia de viaja) para poder traer y repatriar a los turistas que estaban en el extranjero. El que sacó el pasaje de manera particular no tenía a quién acudir, porque las plataformas no responden. Una agencia podrá salir con un porcentaje más del costo total del viaje, pero la realidad que responden”.
El reto remontar después de la pandemia
La pandemia de Covid significó el reto más grande que haya enfrentado el turismo global con la paralización total de la actividad debido a las restricciones sanitarias, pero Rodríguez asegura que el sector “finalmente despegó, pero les costó mucho. Las empresas de viaje y turismo recién este año están levantando cabeza en términos de volver a recuperar volumen, algunas que ahora están volviendo a abrir el local porque seguían brindando sus servicios en línea por los costos”.
“Al primer sector que le pegó de lleno fue al turismo a los viajes, porque lo primero que se cerraron fueron las fronteras. Las estadísticas las conocemos y a nivel regional nosotros tuvimos algún rol con las cámaras y los municipios. Tuvimos en plena pandemia reuniones, porque la verdad que el primer año afectó muy fuertemente a nuestra región, las zonas litorales por ahí no tanto porque ya había pasado casi la temporada, pero a la comarca y al sector de turismo interior le pegó muy fuerte”, comentó sobre esa épica de cuarentena.

La directora decana del Departamento de Geografía y Turismo de la UNS, señaló que en los primeros meses “no había mucho que hacer, porque no se transitaban las rutas y todavía no habían salido las ayudas del estado para los pequeños emprendimientos, porque la mayoría son pequeños emprendimientos”.
“Después vino toda esta cuestión de la percepción del turista y de la necesidad de darse cuenta el entorno cercano. Se revalorizaron los espacios verdes públicos, lo hemos visto en la ciudad, en pandemia íbamos por la Carrindanga y veíamos a la gente andar en bici, hubo una gran explosión de ventas de bicicleta, porque era una actividad que se podía hacer”, dijo.
Rodríguez destacó que se le dio mucha relevancia al turismo de cercanía “y la comarca fue uno de los lugares más importantes en esa salida de las comunidades. Bahía Blanca y Punta Alta, por una cuestión de volumen de población, fueron los primeros que se volcaron o qué más incidieron en esa movilidad que se generó”, cuando comenzó a liberarse la movilización.
Políticas públicas para el turismo y la necesidad de conectividad
La directora decana del Departamento de Geografía y Turismo de la UNS, Mg. Cecilia Alejandra Rodríguez, también se refirió a las políticas públicas relacionadas con el turismo, en especial al programa Previaje, que ya lleva cuatro ediciones.
“Cualquier política pública que acerque a las personas al turismo me parece fantástica. Todos tenemos que tener las posibilidades de disfrutar de los recursos naturales de nuestro país, ese tiempo de descanso, de disfrute con la familia, con la pareja o con los amigos. El Previaje lo que hace es incentivar eso”, aseguró.
Rodríguez señaló, contrario a lo que afirman algunos críticos del Previaje, “no estamos hablando de que le pagamos a la gente para que ponga la reposera enfrente al mar, es un reduccionismo pensar eso y muchas veces es por no entender la dinámica y la relevancia del sector”.

“El turismo tiene un efecto derrame enorme que no va directo en un destino, por ejemplo, el beneficio económico no va solo al hotelero al que te vende la excursión. Yo trabajo hace muchos años con las encuestas que hacemos todos los años entonces conozco un poco la dinámica. El turista va con sus vehículos, más con los destinos de tipo residencial que tenemos en nuestras costas, y tiene un comportamiento muy de residente y gastan la ferretería, gastan en la gomería, en la panadería, en el plomero que le tiene que ir a arreglar la casa o el edificio, el que le instala el aire acondicionado, el electricista, el del cable…”, aseguró.
Por otro lado, destacó que una “gran preocupación” para el turismo en el país es la conectividad: “Tenemos un gran problema, aviones, colectivos, la falta de que los trenes funcionen. Cuando se formuló el plan federal estratégico de turismo sustentable se apuntaba a que todos los destinos puedan crecer de manera equitativa, pero si no estás conectado con una ruta, un camino para llegar, no existe. Pasa con algunos lugares turísticos que podrían tener muchísimo más desarrollo y la conectividad es un problema”.
