El Parque Nacional Aconquija es un tesoro natural que le brinda a los visitantes una experiencia única. Su recorrido, que solo puede hacerse a pie, invita a sumergirse en su diversidad de sonidos, sensaciones, paisaje e historia que se remonta a tiempos prehispánicos.
En Amo Viajar conversamos con Carlos Gómez, director de la agencia Turismo del Tucumán, y nos dio una visión detallada y apasionada de este lugar que abarca unas 10.000 hectáreas y se extiende majestuosamente por el cordón montañoso de Aconquija. Este parque, al que se puede acceder tanto desde Catamarca como desde Concepción en Tucumán, se presenta como un destino privilegiado para quienes buscan una conexión profunda con la naturaleza, rodeados de paisajes inalterados y una rica diversidad biológica.
«Es un parque nacional que tiene su encanto, que nos atrapa y que nos lleva a estar en contacto con lo más salvaje de la naturaleza». Esta conexión con lo inalterado es, en sus palabras, lo que convierte al Parque Aconquija en uno de los «pulmones» más vitales de Argentina, donde el hombre ha tenido poca o ninguna influencia en la modificación del entorno natural.
Una de las peculiaridades del Parque Aconquija es que la única forma de recorrerlo es a pie. «Dentro del parque no hay carreteras, hay senderos», explicó Gómez, lo que lo convierte en un paraíso para los amantes del trekking. Sin embargo, hay algunas rutas en los circuitos de menor dificultad donde es posible practicar ciclismo.
La diversidad geográfica del parque es uno de sus mayores atractivos. Gómez describió al Aconquija como un parque «tan maravilloso y tan extenso» que abarca «distintos tipos geográficos como sierras y cordones montañosos de altura». Esta variedad crea un mosaico de ecosistemas, donde la flora y fauna cambian de acuerdo con el tipo de hábitat. «Está surcado por ríos, por arroyos», añadió, pintando un cuadro de la riqueza natural que fluye por todo el parque.
Una de las características más notables del Parque Nacional Aconquija es la presencia de ruinas arqueológicas prehispánicas, un testimonio viviente de las antiguas civilizaciones que habitaron la región. «Es el único parque que tiene en su interior yacimientos arqueológicos como la Ciudacita», comentó Gómez, describiendo estos lugares como antiguos sitios de adoración al sol. Estas ruinas están situadas en la cima de una montaña, en un punto estratégico que los incas alinearon con la salida del Sol durante el solsticio de verano, el 21 de diciembre. «Ese día se hace un ritual de comunidades originarias», señaló, enfatizando la relevancia cultural y espiritual que aún se mantiene viva en el parque.
A pesar de la importancia de estos sitios arqueológicos, llegar a ellos no es tarea fácil. Gómez explicó que el acceso desde Tucumán a pie puede llevar hasta dos días debido a la dificultad del camino, mientras que desde Catamarca el viaje es más corto, de aproximadamente un día. «No cualquiera puede entrar simplemente a recorrer el parque por su propio medio», advirtió, subrayando la necesidad de contar con guías experimentados para evitar extravíos en este entorno salvaje e ingresar en el sitio web del parque o en sus redes sociales (https://www.instagram.com/parquenacionalaconquija) para conocer los detalles para contar con acompañamiento.
La vegetación del parque es otro de sus grandes atractivos. Gómez describió el entorno como una «vegetación selvática, subtropical, conocida también con el nombre de yunga o nuboselva». Esta densa cobertura vegetal se debe a las corrientes húmedas que llegan desde el lado tucumano y descargan su humedad en forma de lluvias al chocar contra las montañas, creando un microclima ideal para el desarrollo de una flora diversa. Entre las especies más destacadas mencionó a la orquídea «bailarina», una flor pequeña de color amarillo con manchitas marrones que se mueve con el viento como si estuviera danzando. «Es la única orquídea que tenemos en Tucumán», añadió con orgullo.
El Parque Nacional Aconquija ofrece diversas opciones de alojamiento en sus alrededores, aunque la mayoría de los visitantes opta por hospedarse en Concepción o en localidades cercanas como Alpachiri, donde se encuentran búngalos, posadas y cabañas. Gómez enfatizó la importancia de consultar la página oficial del parque antes de planificar una visita, no solo para contratar guías autorizados, sino también para asegurarse de elegir la época del año adecuada. «La época más segura es la época donde no hay lluvia», recomendó, ya que las precipitaciones en la región pueden ser intensas y complicar el acceso a ciertas áreas del parque.
