La revolución en la forma en que los turistas planifican y viven sus experiencias da un giro inédito gracias a la combinación de la inteligencia artificial y la realidad virtual. Estas tecnologías se fusionan para ofrecer una visión anticipada y detallada de destinos, transformando fundamentalmente la manera en que los futuros viajeros toman decisiones informadas.
La personalización de ofertas turísticas según los intereses y preferencias de cada viajero resalta como una de las principales ventajas de la inteligencia artificial en el turismo.
Mediante algoritmos avanzados que analizan datos demográficos, historiales de reservas y preferencias de viaje, se ofrecen recomendaciones personalizadas, creando así experiencias únicas e individualizadas.
«Es fundamental utilizar la inteligencia artificial en las etapas previas, durante y después del viaje para mejorar la experiencia del usuario», expresó Lourdes Navarrete, consultora ejecutiva del Área de Inteligencia Turística de Turismo y Planificación Costa del Sol, durante una mesa redonda del evento Sun&Blue Congress, que se celebró en España.
La capacidad para analizar grandes volúmenes de datos (Big Data) permite a instituciones y empresas identificar patrones y tendencias en el comportamiento de los viajeros, mejorando estrategias de marketing y adaptando la oferta de productos y servicios a las cambiantes necesidades del mercado.
«Con la cantidad de información que se maneja, las instituciones deben estar en la vanguardia de la inteligencia artificial», subrayó Moisés Rubiño, Jefe de Departamento de Marketing Digital de Turismo Andaluz.
En tanto, la realidad virtual no solo ofrece una vista previa para evaluar la idoneidad de un destino, sino que también se convierte en una aliada valiosa para la industria turística. Hoteles y centros vacacionales pueden utilizar la realidad aumentada para proporcionar a los clientes vistas detalladas de sus instalaciones, permitiendo a los viajeros tomar decisiones más informadas sobre su alojamiento.
Fuente: National Geographic