Termas de Río Hondo, conocida por sus aguas termales y su vibrante oferta turística, recibe visitantes durante todo y las vacaciones de invierno no fueron la excepción. Patricia Jaimes, directora de turismo de la ciudad, dijo que tuvieron «gran afluencia desde distintos puntos del país. Nuestra ciudad siempre es muy visitada y siempre está vigente».
Lo que hace única a esta ciudad es que es «la única ciudad termal de Latinoamérica», asentada sobre una cuenca de agua termal que provee a todos los establecimientos hoteleros y algunas casas particulares. Jaimes explicó en amo Viajar que «en todas las categorías, tenemos hoteles de 1 a 5 estrellas a partohoteles y cabañas, y todos tienen en su baño agua termal, aparte de la pileta al aire libre». Las temperaturas de estas aguas oscilan entre los 40 y 60 grados, siendo óptimas para la relajación y tratamientos estéticos y de salud.
«A su vez también tenemos espacios municipales que son termales, como el complejo ubicado en el pleno Parque Güemes, y después el balneario La Hoya, que es uno de los más antiguos pozos de agua termal», agregó la funcionaria.
Está ubicada a 1.500 kilómetros de Bahía Blanca y una de sus grandes ventajas es su accesibilidad. «Disponemos de un aeropuerto que es tanto nacional como internacional», mencionó Jaimes, destacando que la ciudad cuenta con dos vuelos semanales durante todo el año. Además, se encuentran dos aeropuertos cercanos, uno en Santiago del Estero, a 65 kilómetros, y otro en San Miguel de Tucumán, a 90 kilómetros.
Además de sus aguas termales, Termas de Río Hondo ofrece una variada gama de atractivos. El circuito del autódromo internacional y su museo, la cancha de golf de 18 hoyos, y la reserva natural de la isla Tara Inti son solo algunos de ellos. En el centro de la ciudad, se puede disfrutar de un casco histórico importante, museos y una amplia oferta gastronómica. «Nuestro plato estrella es el cabrito, que se realiza a la estaca en varias parrillas de la ciudad», detalló y agregó que «compartimos otros platos que son comunes dentro de la región NOA, como las empanadas, tamales, humita».
El embalse de 33.000 hectáreas es otro punto destacado del paisaje local, donde las puestas del sol son verdaderamente únicas. A partir de septiembre, la ciudad se llena de eventos. «Lo primero que se viene es la fiesta de la ciudad; cumplimos setenta años», anunció Jaimes. Este aniversario se celebrará del 1 al 6 de septiembre, con una semana completa de actividades.
En octubre, la Fiesta Nacional del Canasto celebrará su 44º edición el 11 y 12 de octubre. Jaimes añadió que «a partir de septiembre, nuestras tarifas son de temporada media, ofreciendo más accesibilidad al turismo». Con más de 180 establecimientos hoteleros y 14.000 plazas de alojamiento, la ciudad está bien equipada para recibir a los visitantes.
La funcionaria destacó que la fiesta del canasto resalta la elaboración de este «tejido hecho a mano por nuestras artesanas cesteras. Es un trabajo que se ha ido transmitiendo de generación en generación, algo milenario acá en nuestra ciudad y así que tenemos más de 100 artesanos esteros y hay gente que vive de este trabajo.
Y son los únicos que están habilitados para tener un puestos en las veredas, así que el visitante los va a encontrar en las calles de nuestra ciudad».
Para los amantes de la gastronomía, noviembre trae la quinta edición de la Semana Gastronómica del 14 al 18 de noviembre. «Si bien nuestra temporada alta es ahora en julio y agosto, a partir de septiembre tenemos muchísimo para ofrecer», comentó Jaimes. Entre septiembre, octubre y noviembre, los visitantes pueden disfrutar de una variedad de actividades y, por supuesto, de las aguas termales a una temperatura más acorde.