Redes & Contacto

Hola, que buscás?

Destinos

Los efectos positivos de contemplar la naturaleza

Puede liberar estrés, ayudar a mejorar el estado de ánimo, aumentar la imaginación y contribuir a recargar las pilas.

La exposición visual a los paisajes naturales –el mar, una montaña, un valle– reduce el estrés, mejora la capacidad de atención e induce cambios en el comportamiento que mejoran el humor y el bienestar personal.

Incluso facilita la recuperación de una enfermedad. Numerosos experimentos de psicología cognitiva evidencian esta afirmación y, posiblemente, nuestra propia experiencia puede confirmarlo.

Algunos de nosotros salimos al campo el fin de semana en busca de paisajes rústicos o plácidos, mientras que otros van a la costa para disfrutar de la inmensidad del mar.

La contemplación de la naturaleza ha sido un objeto central para el trabajo de artistas y escritores a lo largo de la historia. De hecho, como observó el historiador del arte británico Kenneth Clark: “Apreciar la belleza natural y la pintura de un paisaje es una etapa normal e imperecedera de nuestra actividad espiritual”.

Varios filósofos, desde Longino, en la antigua Roma, a Edmund Burke e Immanuel Kant, distinguían entre lo bello y lo sublime.

Lo bello inspira amor, tranquilidad, regocijo: es la sensación derivada de contemplar una foto bonita del mar o una extensa pradera. Lo sublime produce conmoción e incluso temor. Por ejemplo, la sensación que produce un volcán en erupción, una tempestad en el mar o un vendaval en la alta montaña.

Ciertamente, apreciar la belleza puede ayudar a liberar el estrés, a mejorar el humor, a aumentar la imaginación y a recargar las baterías. Así lo explica el investigador Baris Kara, experto en el estudio del diseño paisajístico: “Desde la perspectiva de la psicología cognitiva, la percepción de un paisaje se convierte en un proceso de interpretación mediado por respuestas emocionales a lugares, significados percibidos y reacciones psicológicas (…) generalmente, los paisajes naturales causan un efecto positivo para la salud más profundo que los paisajes urbanos”

Es decir, cuanto más verde, mejor.

La imagen de un paisaje o la fotografía de un lugar que aprecie, colocada en un marco o como salvapantallas, no es solo un objeto decorativo sino que nos hará sentir mejor.

En resumen podemos decir que contemplar la naturaleza puede liberar estrés, ayudar a mejorar el estado de ánimo, aumentar la imaginación y contribuir a recargar las pilas. Además, se fomenta el turismo paisajístico y la cultura de la pintura y la fotografía de paisajes puede aumentar el respeto por la naturaleza, especialmente entre los niños.

Fuente: The Conversation

Te puede interesar

Destinos

Lugares con unas vistas impresionantes que te garantizan relax y diversión.