Si buscás maravillas naturales, Sudamérica tiene algo impresionante para mostrarte: el salto de agua más alto del mundo. Este espectacular destino no solo se destaca por su altura, sino que también ofrece particulares paisajes que atraen a viajeros de todo el planeta.
Con una caída libre de 979 metros, este salto supera en más de 15 veces la altura de las famosas cataratas del Niágara. Imaginá estar rodeado de la exuberante vegetación, sintiendo la brisa del agua y escuchando el estruendo del salto que se despliega ante tus ojos en este rincón de Sudamérica.
Su nombre original, «Kerepakupai Vená», significa «Salto del lugar más profundo», en la lengua pemón. Está dentro del Parque Nacional de Canaima que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La mejor época para visitar el Salto Ángel es durante la temporada seca, de diciembre a abril, cuando el clima es más favorable.
La historia del Salto Ángel se remonta a la década de 1930, cuando el explorador estadounidense Jimmy Angel lo avistó mientras sobrevolaba la región. Sin embargo, los indígenas pemones ya conocían esta impresionante cascada y la consideraban un lugar sagrado.
Si te animás a visitar el Salto Ángel, es fundamental que tengas en cuenta algunos detalles importantes. La mayoría de los viajeros opta por excursiones desde la ciudad de Canaima.
Llegar a Canaima: podés volar hasta el Aeropuerto de Canaima, que está accesible desde varias ciudades venezolanas.
Excursiones guiadas: una vez en Canaima, lo mejor es contratar excursiones que incluyan paseos en canoa y caminatas por la selva para llegar al Salto Ángel.
Mejor época para visitar: la temporada seca, entre diciembre y abril, es ideal para disfrutar de vistas despejadas del salto y evitar las lluvias.
Preparativos: no olvidés llevar ropa cómoda, protector solar y suficiente agua, ya que el clima puede ser caluroso y húmedo.
Fuente: Clarín