San Carlos de Bariloche ha dejado de ser exclusivamente un destino de invierno para consolidarse como un lugar ideal durante todo el año. Así lo afirmó en Amo Viajar, Sergio Herrero, secretario de Turismo de la ciudad, quien destaca cómo la transformación de los paisajes y las actividades disponibles en cada estación hacen de este destino una experiencia única.
«La misma foto, en el mismo lugar, en diferentes temporadas sorprende por lo que cambia cada paisaje», aseguró Herrero.
El turismo navideño se ha convertido en una apuesta clave, con eventos como el encendido de un pino gigante en el Centro Cívico y actividades familiares. Además, el verano en Bariloche ofrece una amplia variedad de experiencias, desde caminatas y senderismo hasta deportes acuáticos en el cristalino lago Nahuel Huapi. «Muchos jóvenes que vivieron su viaje de egresados regresan para disfrutar del verano en Bariloche, explorando refugios de montaña, navegando o incluso pescando y buceando», explicó el funcionario.
«En Bariloche lo que tenemos como diamante en bruto son los refugios de montaña, con una caminata muy simple, a lo mejor de tres horas, llegás a un refugio que podés acordar inclusive que te esperan hasta con un cordero patagónico. Dormir en las alturas, es una experiencia inolvidable», dijo y destacó las ventajas de que la ciudad esté dentro del parque nacional.
Otra de las actividades disponibles es la navegación del lago Nahuel Huapi, visitar la isla Victoria o el Bosque de Arrayanes. Se puede alquilar una lancha y navegar por cuenta propia. Por otro lado, están también las excursiones al cerro Otto, al Cerro Campanario, al Catedral, y si no, el llamado circuito chico, que tiene un punto panorámico con una cervecería maravillosa.
La ciudad, además de atractiva en sí misma, está cerca de otras como El Bolsón que también ofrecen múltiples experiencias. «En horita y pico de viaje en auto, aparecés en El Bolsón, lugar mágico también, primos hermanos nuestros, muy cercanos», dijo Herrero.
Bariloche no solo destaca por su belleza natural, sino también por su capacidad para adaptarse a distintos tipos de viajeros. Con más de 30.400 plazas de alojamiento, la ciudad ofrece opciones que van desde hoteles de cinco estrellas hasta campings y glamping. “Podés organizar un viaje a la medida de tu bolsillo. Lo importante es asegurarte de que el alojamiento esté habilitado, algo que podés verificar en nuestra página oficial de la Secretaría de Turismo”, recomendó Herrero.
La conectividad aérea de Bariloche ha mejorado significativamente, facilitando el acceso tanto a nivel nacional como internacional. Hoy cuenta con vuelos directos desde Santiago de Chile a través de LATAM y Sky, que tardan solo una hora y media. También esperan el regreso de vuelos desde Brasil para el invierno y desde Buenos Aires hay unas 50 frecuencias diarias.
Otra opción para llegar es en colectivo desde Bahía Blanca hay salidas desde la terminal de ómnibus. Además, Herrero recomienda el viaje en auto: «Vayan paseando por toda la ruta, parando en diferentes lugares. Antes de llegar a Bariloche entran por el camino que te hace desembocar en San Martín de los Andes, allí están los siete lagos, Villa Langostura…»
«Cuando uno ama viajar, vas a viajar por un montón de lugares, pero cuando vos decís, yo quiero venir a Bariloche, estás eligiendo el destino porque sabés que te puede dar un montón de posibilidades que tal vez otros lugares no te las dan. Es uno de los pocos lugares donde tenés una ciudad dentro de un parque nacional con kilómetros de costa con agua totalmente cristalina», remarcó Herrero.
Y en realidad no para de dar sorpresas, porque el funcionario adelantó que están trabajando en la puesta en valor de la isla Huemul, «donde Ronald Richter hace muchísimos años, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, Juan Domingo Perón lo trae a Argentina con la idea de armar una bomba nuclear». El proyecto se inició en esa isla y quedaron las ruinas. «Vamos a recuperarla y estamos trabajando para hacer todo un sendero por dentro, que ya lo estamos terminando y después vamos a poner en valor los edificios que quedaron de aquella época», dijo Herrero.