San Juan de Gaztelugatxe es un icónico islote de la costa vasca en España con una asombrosa belleza natural y gran carga histórica. Este enclave, conectado a tierra firme por un puente de piedra y una empinada escalera de 241 peldaños, ofrece un espectáculo visual único. Su pequeño castillo sobre el acantilado ha sido un símbolo espiritual y cultural durante siglos.
Ubicado en la costa de Bermeo, en la provincia de Vizcaya, en el País Vasco, San Juan de Gaztelugatxe está rodeado por el intenso azul del mar Cantábrico y protegido por imponentes formaciones rocosas. Cada año, su castillo, que en realidad es una ermita, atrae a peregrinos, aventureros y amantes de la naturaleza.
La historia de este sitio se remonta al siglo IX, cuando ya existía una ermita dedicada a San Juan Bautista. A lo largo de los siglos, el lugar ha sido testigo de ataques piratas e incendios, por lo que la iglesia ha tenido que ser reconstruida en múltiples ocasiones, la última de ellas se concluyó en 1983.
El islote es considerado Monumento Natural debido a sus ecosistemas, los cuales, junto con su ermita, representan los principales atractivos para los visitantes. A lo largo del camino, se pueden descubrir rincones naturales que invitan a la contemplación, como la emblemática “huella de San Juan”, que, según la tradición, protege a quienes la pisan. Además, la vista al mar desde la cima compensa el esfuerzo de la subida.
San Juan de Gaztelugatxe es icónico no solo por su belleza, sino también por su simbolismo en la cultura vasca. Cada año recibe procesiones por fiestas locales el 29 de agosto, además del 24 de junio por la romería dedicada a San Juan. Su castillo de piedra también abre sus puertas para misa el 31 de julio, día de San Ignacio de Loyola, y el 30 de diciembre.
En los últimos años, la cima y la escalinata San Juan de Gaztelugatxe solo se iluminan dos veces al año: el 24 de junio, en honor a San Juan Bautista, y el 30 de diciembre, para despedir el año. Estas fechas marcan momentos especiales de conexión espiritual y comunitaria.
La excursión dura seis horas y tiene un costo aproximado de 65 euros por persona.
Fuente: National Geographic