Viajar a Cancún no es solo elegir un destino de playa, es sumergirse en un mundo de contrastes entre lo natural, lo cultural y lo moderno. Así lo contó en Amo Viajar, María Emilia Franquello, de Turismo Volts, quien compartió su reciente experiencia en la península de Yucatán.
Cancún es reconocido como la puerta de entrada a la Riviera Maya y recibe cada año millones de visitantes. Ingresar al destino requiere cumplir ciertos requisitos migratorios. “Se recomienda, primero, pasaporte con seis meses de vigencia, vouchers impresos y el hotel pago completamente”, explicó Franquello, advirtiendo que no se permite reservar y abonar al llegar. Además, señaló que muchas veces piden demostrar solvencia económica, “aproximadamente 500 dólares por persona, ya sea en efectivo o con tarjeta de crédito”.
El mar es protagonista. Su color turquesa es impactante, aunque el sargazo puede alterar el paisaje. “Nosotros nos despertábamos a la mañana y estaba todo marrón y después al mediodía era solo la mancha de un costado”, relató. Aun así, aclaró que existen playas libres de sargazo, como Isla Mujeres, Cozumel, Isla Contoy o Holbox, verdaderos refugios de aguas claras.
Las excursiones son parte esencial de la experiencia. Entre ellas, Franquello destacó su visita a Chichén Itzá, patrimonio de la humanidad y una de las siete maravillas del mundo moderno. “Era una gran ciudad, era donde vivía la elite de los mayas”, contó, remarcando que el recorrido se complementa con baños en cenotes de aguas heladas y cristalinas. Con más de 45 metros de profundidad, es una vivencia imperdible que genera tanto fascinación como respeto: “Te dan un ratito y sí, te da un poco de miedo porque vos decís ‘te va a agarrar algo de ahí abajo’”.

Franquello destacó que las visitas más importante a la pirámide es cuando son los solticios y los equinoccios. «Se llena de gente y obviamente después de que terminan las excursiones, se queda la gente que investiga. Hace muchos años se podía subir a la pirámide y ahora con tanta masividad de turismo está toda vallada».
«Cuando uno está con el guía que le va explicando todo y te hace aplaudir tres veces seguidas y se escucha tal cual como si fuera un pájaro, el Quetzal», agregó.
La zona hotelera es otro punto fuerte, con infraestructura moderna, shoppings y resorts. “Tremendos los shopping”, dijo Franquello, quien recomendó llevar dólares para obtener mejores precios y hay varias alternativas para comer a buen precio.

Aunque la mayoría de los hoteles son all inclusive, señaló que también existen opciones más flexibles para aprovechar las excursiones. Para quienes desean recorrer más allá de Cancún, la ruta costera conecta lugares imperdibles como Playa del Carmen y Tulum. Según Franquello, “todo eso es lleno de hoteles para todos los bolsillos, para todos los gustos de comida”.
Sobre los vuelos, Franquello relató que ella viajó con Sky, una low cost chilena. El boleto ronda los 900 a 1.100 dólares. También vuelan Latam, Arayet, Aerolíneas Argentinas y Copa Airlines, entre otras. «Siempre recomiendo a la gente que compre por la mayor anticipación posible. Las tarifas están cargadas del día de la fecha a 10 meses», sumó.
