Hay muchas cosas que disfrutar de los viajes. Conocer una nueva cultura, comer bien, alojarse en hoteles de primera categoría… y aterrizar en un aeropuerto nuevo.
Por supuesto, no todos los aeropuertos son iguales. Algunos tienen servicios increíbles y algunos tienen vistas de ensueño.
Te presentamos algunas de las llegadas más bellas de los principales destinos y te contamos el lado del avión en el que sentarse para apreciarlas mejor.
Río de Janeiro (SDU)
Río de Janeiro es una de las ciudades más bellas del mundo, ya que se extiende por colinas, montañas frondosas, playas de arena fina y el océano Atlántico.
Mientras que los vuelos internacionales aterrizan en el aeropuerto internacional de Galeão, fuera del centro de la ciudad, Santos Dumont, el aeropuerto más pequeño de la ciudad, sirve a muchos destinos nacionales (incluidos vuelos de conexión a São Paulo).
No solo está en el centro de la ciudad, sino en plena bahía de Guanabara, en terrenos ganados al mar, lo que permite disfrutar de unas vistas increíbles al entrar o salir. Siéntate a la derecha para ver los iconos de Río, como la montaña Pão de Açúcar.
Mejor lugar para ver: lado derecho.
Venecia (VCE)
Desde el aire, Venecia parece un pez, nadando hacia tierra firme con la cola agitándose contra el Adriático. Eso no se ve desde tierra, pero sí al aterrizar en el aeropuerto Marco Polo, al norte del centro de la ciudad, en tierra firme.
Sentate en la parte derecha del avión y verás la ciudad desplegarse bajo tus pies, desde las barreras antiniebla MOSE y la isla del Lido hasta los tejados de terracota, los fornidos campanarios e incluso los destellos del Gran Canal. En los últimos segundos del vuelo verás las islas de Burano y Torcello, antes de aterrizar entre las salinas de la laguna norte.
San Francisco (SFO)
Con su mezcla de costa y colinas, San Francisco está a la altura de Ciudad del Cabo y Río de Janeiro en cuanto a belleza natural.
Las mejores vistas se obtienen al despegar, cuando el lado izquierdo ofrece a menudo vistas de la ciudad y del puente Golden Gate antes de dirigirse hacia el este. En el aterrizaje, cualquiera de los dos lados ofrece vistas del océano a la izquierda y de la bahía a la derecha.
Londres Heathrow (LHR)
Puede que el aeropuerto de Heathrow esté alejado del centro de Londres, pero si vuelas por la aproximación este, muy utilizada, tendrás una vista de pájaro de la capital británica a mano derecha mientras sobrevuelas sus monumentos en la aproximación final.
Seguirás el Támesis por el centro de Londres, pasando por Greenwich y Canary Wharf, sobre el Puente de Londres y San Pablo, y finalmente por el Palacio de Buckingham y los parques reales que lo rodean. Justo antes de tocar tierra, vislumbrarás el estadio de Wembley. Otra aproximación, menos utilizada, pasa por encima de Windsor, aunque las mejores vistas se obtienen desde la izquierda.
São Paulo (GRU)
São Paulo, la ciudad de habla portuguesa más grande del mundo, con 12,3 millones de habitantes, puede parecer intimidantemente enorme en tierra, pero volar hasta allí es algo totalmente distinto.
Toma un vuelo nocturno para ver el paisaje urbano por excelencia desplegándose bajo tus pies: una galaxia de luces que brillan con tanta fuerza que, incluso cuando está nublada, esas mismas nubes resplandecen como si estuvieran vivas. Desde cualquier asiento (siempre que no esté sobre el ala) disfrutarás de una vista resplandeciente.
Sentate en cualquiera de los lados
Hong Kong (HKG)
El aeropuerto internacional de Hong Kong (también conocido como Chep Lak Kok) está construido sobre terrenos ganados al mar de China Meridional, así que ya sabes que va a ser otro gran aterrizaje. La visibilidad no suele ser muy buena, pero aun así disfrutarás de unas vistas magníficas del mar de China Meridional y sus islas cuando estés por debajo del nivel de las nubes.
Sobrevolarás barcos portacontenedores, pesqueros y juncos, antes de descender cerca de la isla de Lantau (normalmente a la derecha) y llegar a la pista.
Sentate a la derecha
Santiago de Chile (SCL)
Si lo tuyo son las montañas nevadas, éste es tu destino. Tendrás unas vistas deslumbrantes de los Andes a medida que te acercas a Santiago, dando paso a áridas colinas y luego a llanuras, con las montañas alzándose en la distancia, a medida que entras en la cuenca para aterrizar.
Sitúate en el lado izquierdo para no perder de vista los Andes durante todo el descenso.
Fuente: CNN
