Los trenes locales en Europa permiten descubrir pequeños pueblos y paisajes espectaculares sin necesidad de reservas ni altos costos. Son una opción cómoda y puntual que no solo transporta turistas, sino también estudiantes y trabajadores, brindando una experiencia auténtica de la vida cotidiana en cada destino.
En Portugal, la Línea del Duero ofrece un recorrido inolvidable por los viñedos del norte del país, declarados Patrimonio de la Humanidad. Partiendo de la estación Porto São Bento, el tren sigue el curso del río Duero hasta Pocinho, pasando por túneles, puentes y terrazas escalonadas de viñas, con paradas ideales para explorar la cultura vinícola.

El Tren de Felipe II, en España, transporta a sus pasajeros en un viaje al pasado desde Madrid hasta El Escorial. En una locomotora con vagones históricos, actores caracterizados narran la historia del rey Felipe II durante el trayecto de 50 minutos. Ofrece paquetes que incluyen visitas guiadas a los jardines, miradores y la basílica del monasterio.
En Italia, el Cinque Terre Express conecta los cinco pueblos de la Costa Liguria en solo media hora. Con un boleto de 19,50 euros, los viajeros pueden descender en cada estación para explorar los coloridos pueblos medievales, caminar entre viñedos y acantilados, y sumergirse en la historia y el encanto del Parque Nacional Cinque Terre.

El Tren de la Costa Azul en Francia recorre desde Marsella hasta Miramas, revelando impresionantes vistas del Mediterráneo y pueblos costeros llenos de historia. A lo largo de sus 60 kilómetros, atraviesa túneles y viaductos, con paradas en lugares icónicos como el Chemin des Peintres en L’Estaque y las playas de Sausset-les-Pins.
En Escocia, la Línea de Forth Bridge cruza el famoso puente rojo de acero sobre el estuario del río Forth, declarado Patrimonio de la Humanidad. Este recorrido, de apenas 20 minutos, permite disfrutar de vistas espectaculares y explorar los senderos costeros de las regiones de Forth y Fife, con boletos desde 3,5 libras.
Finalmente, en Alemania y la República Checa, el Tren del Parque Nacional de la Suiza Sajona atraviesa paisajes de montañas de arenisca y bosques encantados. Uniendo Bad Schandau y Sebnitz, el recorrido permite descender en varias estaciones para practicar senderismo y visitar fortalezas, hasta llegar a la Suiza Bohemia, donde se encuentra la espectacular Puerta de Pravcická.
Fuente: La Nación
