Por primera vez en su historia, el Obelisco de Buenos Aires abrirá sus puertas al turismo con una experiencia única: subir casi hasta su punta. El Gobierno porteño inaugurará un ascensor interno que permitirá a los visitantes acceder a un mirador ubicado a pocos escalones de la cima, desde donde se podrá disfrutar de vistas panorámicas inigualables de la ciudad.
El acceso se realizará desde la Plaza de la República y combinará tecnología, historia y una nueva perspectiva del ícono más representativo de Buenos Aires.
El proyecto, pensado desde 2022, fue ejecutado por la empresa Servas, que ganó la licitación y debió enfrentar múltiples desafíos técnicos para conservar la estructura original del monumento. El ascensor, con capacidad para cuatro personas, llega hasta el nivel 55. Desde allí, se suben 35 escalones hasta las famosas cuatro ventanas del mirador, desde donde es posible ver Puerto Madero, el Río de la Plata, la Avenida Corrientes y el sur de la ciudad con el emblemático edificio de Evita.
Durante mayo, y en el marco del 89º aniversario del Obelisco, se habilitarán visitas gratuitas para vecinos con cupo limitado. El Ente de Turismo porteño trabaja en la licitación para su operación comercial y en una propuesta museográfica que complemente la experiencia. También se instaló una escalera de emergencia, un nuevo pararrayos y hasta una sección de piso de vidrio para observar el subte en movimiento desde el interior.
Inaugurado en 1936, el Obelisco fue concebido originalmente con la idea de incorporar un ascensor, algo que finalmente se concreta 89 años después. Su construcción, a cargo del arquitecto Alberto Prebisch, lo convirtió en un símbolo de la identidad porteña. Ahora, con esta nueva atracción, el monumento no solo será fotografiado desde abajo, sino que ofrecerá una experiencia inédita para quienes deseen conocerlo desde adentro y disfrutar de las mejores vistas de la ciudad desde las alturas.
Con información de Infobae
