Cuando el visitante llega a Curazao rápidamente se dará cuenta de que hay una palabra que resuena en todas partes: «dushi». Aunque tiene muchos significados, todos ellos son positivos: agradable, dulce, sabroso, cariñoso… Es una palabra del idioma papiamento, una de las lenguas que más se habla en la isla y que se ha convertido prácticamente en un lema de ese paradisíaco punto del Caribe. También se habla holandés, ingles y español, que junto con el papiamento son los idiomas que se enseñan en las escuelas.
Curazao está ubicada a pocos kilómetros de la costa de Venezuela y Colombia, y sus vecinos en el mar son Bonaire y Aruba, con las que conforma las llamadas islas ABC o Antillas holandesas. Martín Noir y Alejandro Zamora, conductores del programa «Amo Viajar», que se transmite por La Brújula 24, visitaron este destino hace poco y comentaron todas sus bellezas.
“La isla estaba revolucionada, primero por el Carnaval y se escuchaba la tumba que es el baile típico de esa temporada y también por la llegada de la heredera al trono de Países Bajos, la hija de la reina Máxima que cumplió 18 e iba a estar por primera vez como adulta. Aunque gozan de mucha autonomía, sienten una conexión muy grande con el Reino de los Países Bajos”, comentó Alejandro.
Detalló Martín que “son alrededor de 150.000 habitantes residentes, pero la verdad es que hay casi el doble, porque el resto son gente que no son residentes, han venido como turistas y se han quedado. No es una isla chica, contrariamente a lo que se puede suponer. Si no te alojas en un hotel de playa, que son muy caros, para ir a la playa mínimo tenés entre 30 y hasta 50 minutos de viaje”.
El gran atractivo de Curazao son sus playas. Son más de 35 y son casi vírgenes, no presentan la extensión que tienen, por ejemplo, las de Aruba, sino que son más escondidas, rodeadas de mucha piedra de coral y pequeños cerros, con aguas cálidas, cristalinas y de un azul turquesa impresionante, explicó Alejandro.
La mejor opción para movilizarse por la isla es alquilar un auto. Martín y Alejandro coincidieron en que, según su experiencia, es un lugar fácil para conducir y que tener la independencia para trasladarse es una ventaja para conocer de forma más cómoda los atractivos de este destino.
El acceso a las playas es pago, con montos que van de tres a seis dólares, dependiendo del lugar. Una de las principales es Quenepa “que es la más fotografiada, la más instagrameable”, comentó Alejandro y también está Porto Marie, con buen servicio y encuentras estacionamiento, sombrilla, reposeras. Luego están otras más masivas como Mambo Beach y Shantel. Todas ellas tienen el encanto del caribe, con palmeras y árboles en su costa y arena blanca.
“Otra cosa importante que tiene la isla es la parte histórica: Willemstad. Es la capital de Curazao y tiene varios barrios característicos con estas casitas y edificios de colores al estilo holandés”, dijo Alejandro.
Martín agregó que “el casco histórico está bastante bien cuidado y presentado para turismo” y sumó que en cuanto a los costos hay servicios para comer “una hamburguesa, para comer pizza, en un buen restaurante se marca alguna diferencia en cuanto a costos, que si lo comparamos con algún destino de la costa argentina en un restaurante tampoco hay tanta diferencia”.
Tanto en el casco histórico como en la zona playera de Mambo Beach, hay lugares gastronómicos bien diferenciados con muchos restaurantes, comercios y servicios bien preparados para los turistas. La moneda que se usa es el florín, pero es ampliamente aceptado el pago con dólares, con la particularidad de que el cambio siempre será en florines. Por la noche hay infinidad de bares, siempre repletos de gente, con espectáculos musicales y ambientaciones muy creativas.
“Es absolutamente recomendable tanto para ir en pareja o para ir en familia, es súper seguro, donde el turista se siente muy bien tratado. Es un destino para tener en cuenta para aquellos que les gusta la playa, el mar y desconectarse”, apuntó Martín.