El partido de Dorrego tiene un rincón tranquilo, donde se puede disfrutar de la playa y el río y está a solo 200 kilómetros de Bahía Blanca. Se trata del Balneario Marisol, donde sus 400 habitantes reciben con gusto a los visitantes cada temporada.
“Es un balneario muy tranquilo, familiar, sobre todo con mucha naturaleza, se conserva mucho. Es un lugar espectacular para los que quieran ir a descansar a relajarse. Lo eligen muchas familias, grupos de jóvenes, es muy muy lindo y está creciendo año a año”, aseguró Federico Alonso, integrante del Área de Turismo de la Municipalidad de Dorrego, en el programa Amo Viajar.
Con 63 años de fundado, desde que David Mathov llegó desde Buenos Aires y compró tierras y fue vendiendo los lotes, el balneario tiene una historia que lo vincula con Diego Maradona, pues el Diez disfrutó allí de vacaciones familiares de verano en varias ocasiones en los años 90.
“Por lo que he leído estuvo en distintas oportunidades, iba buscando la tranquilidad, fue a pescar y a descansar a despejarse un poco de lo que es la gran urbe de Buenos Aires”, dijo el funcionario acerca de las visitas de Diego.
Marisol está separado de la localidad de Tres Arroyos por el río Quequén Salado, donde se encuentra la caída natural más alta de la Provincia de Buenos Aires, llamada Cascada Cifuentes, que es uno de sus atractivos con sus 8 metros de altura. Explicó Alonso que “se accede por el kilómetro 532 de la Ruta 3 en el sentido Dorrego Tres Arroyos, se recorre un camino rural por cuatro kilómetros y se llega. Es imponente, muy linda. Ha tenido mucha promoción de parte nuestra y a través de los turistas en las redes sociales”.
El río es uno de los imperdibles al visitar esta localidad, donde se puede pescar, pasar la tarde, usar moto de agua o kayak. “Hay distintos puntos como la Cueva del Tigre, el puente viejo, que está en Oriente que era una hidroeléctrica, donde se hacen actividades de turismo de aventura o sencillamente para sentarse a tomar mate”.
La explotación turística de Marisol es relativamente reciente, en especial si se compara con destinos cercanos como Monte Hermoso, Pehuen Có o Claromecó. “Año tras año vemos nuevos comercios, las nuevas construcciones de complejos de cabañas, que la gente apuesta a Marisol, casas nuevas. También de gente que quiere tener su segunda residencia o algunos que ya se van a vivir definitivamente”, afirmó Alonso.
Tiene actualmente 2.000 plazas de alojamiento, entre cabañas, departamentos, camping o casas, lo que contribuye a que sea un lugar tranquilo y recibe visitantes de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Salta y San Luis. “Se va conociendo a través de las redes sociales o del boca a boca de turistas que han venido y recomiendan a familiares o amigos que vengan. También es un destino para la pesca, muchos pescadores eligen lo que es Marisol por la profundidad de las aguas”, agregó el funcionario.
“La extensión total de las playas es de 47 kilómetros, desde lo que es el río Quequén Salado hasta el Sauce Grande que es el límite del lado oeste. La verdad es que tenemos una playa muy amplia y muy bien conservada. Tenemos unas políticas de conservación en el cuidado de la playa, entregamos bolsas biodegradables a los turistas para que lleven su basura, trabajamos con una bióloga de acá de Dorrego haciendo charlas con las escuelas para los chicos”, dijo.
Entre las actividades que ofrece esta localidad está el Festival Marisol entre el río y el mar, que se hizo este año por primera vez en una playa que recién se inauguró. Allí se reunieron food truck, paseo gastronómico, de artesanos y los visitantes disfrutaron de recitales.