En Sañogasta, departamento Chilecito, fue inaugurada en mayo una finca de turismo cannábico que pertenece a la firma UNGE que surgió en Córdoba. Tiene una extensión de 8 hectáreas, distribuidas en 6 de nogales y 2.500 metros cuadrados de cultivo experimental de cannabis medicinal, ahora en etapa de investigación y desarrollo.
“La idea de desarrollar la unidad de turismo cannábico surge a partir de la necesidad de acercar el cannabis medicinal a la gente, fusionando tres recursos claves: cannabis, gastronomía y naturaleza”, señalaron desde la empresa.
Durante los fines de semana quienes visitan el lugar puede conocer sobre el cultivo y hacer senderismo.
Aseguraron que la idea de hacer una finca dedicada a la producción de inflorescencia de cannabis sativa L Medical nació con la idea de “romper los prejuicios del cannabis, aportar al desafío de gestionar una empresa de cannabis dentro de una industria naciente”.
“Es una temática polémica, prohibida y del campo desconocido, lo cual genera intriga y suficiente motivación para empezar a desarrollar la idea de gestionar integralmente el proyecto”, explicaron desde la empresa que pertenece a Ariel Dünkler, Nicolás Vitullo y Horacio González, socios mayoritarios más un equipo de 4 socios minoritarios.
“La idea es acercar el cannabis desde una mirada agronómica y sostenible. La vemos como un capital de exposición para educar y generar un atractivo de contemplación para aquellas personas que no tengan la oportunidad de conocer un cultivo de cannabis medicinal. Entendemos que la industria del turismo de experiencia puede generar un impacto positivo en el desarrollo de la economía regional de la Provincia de La Rioja, generando empleos directos e indirectos”, dijeron.
El plan de turismo varias etapas, la primera de las cuales ( “el circuito corto”) se cumplirá con la apertura del centro de interpretación, con merchandising alusivo y todo. Espera que todas las agencias de turismo de la provincia ofrezcan la visita guiada a la planta de Agrogenética; una visita interactiva con fin educativo que muestre todo el proceso, desde la semilla hasta la obtención del aceite.
La otra etapa será la Ruta del Cannabis que unirá distintos desarrollos, una vez que se otorguen las licencias para producir aceite cosméticos o cáñamo para textiles, entre otros.
Fuente: Página 12 / La Nación