Con casi un millar de especies de aves que habitan en entornos naturales muy diversos y de singular belleza, Argentina es un verdadero paraíso para los amantes de la observación de aves, una actividad que despierta todos los sentidos.
Flamencos, cóndores andinos, tucanes, pingüinos, ñandúes, cisnes… parques nacionales y provinciales e innumerables reservas privadas son el hogar de estas y otras especies e integran la Ruta Natural, un proyecto impulsado por el Ministerio de Turismo y Deportes de Argentina para promover el turismo de naturaleza de forma sostenible.
Cerca de la mitad de las especies de aves registradas en Argentina habita en la provincia de Misiones, en el extremo noreste del país, donde la naturaleza despliega sus encantos en sitios como las Cataratas del Iguazú, los Saltos del Moconá y la reserva de la biosfera Yabotí.
«El turismo, tanto nacional como extranjero, ve a Misiones como un lugar único a nivel mundial, donde hay especies y sitios de disfrute de la naturaleza importantísimos», señala Sergio Moya, quien se dedica a divulgar por redes sociales -donde tiene miles de seguidores- impactantes imágenes, en video y en foto, de diversas especies de aves que habitan en Misiones.
Para Moya, es vital que quienes se lancen a esta aventura lo hagan con sumo respeto: provocar el menor impacto posible al entorno, no abusar del uso de parlantes para reproducir sonidos que llamen a los pájaros, no acercarse a los nidos o mover ramas por el solo capricho de querer sacar la «foto perfecta» .
Como experto, recomienda a los principiantes estudiar previamente la fisonomía y el canto de las aves que potencialmente podrían verse en ese entorno, elegir los momentos más apropiados para el avistamiento -normalmente, bien temprano en la mañana o al atardecer- y saber tener paciencia.
La observación de aves es una verdadera escuela: ejercita los sentidos, ayuda a tener otra perspectiva de la vida y a mirar el entorno más allá del propio ombligo.
«Esta actividad te agudiza la vista, te hace trabajar los músculos de enfoque de la vista, te mantiene el sistema visual activo y el auditivo se amplifica. Todos los sentidos trabajan», destaca Moya.
Fuente: Clarín