Sea para una escapada de un día o para un viaje de travesía, siempre hay que tener una serie de precauciones al conducir.
Quienes están preparando un itinerario en auto para las vacaciones de invierno deberían empezar por hacer un chequeo del vehículo para asegurarse el correcto funcionamiento de frenos, dirección, suspensión, luces y el estado de las cubiertas, además de la presión del aire, que asegura buena adherencia y fricción.
Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial, la documentación obligatoria para circular incluye licencia de conducir vigente, DNI, cédula verde o azul, comprobante de seguro vigente, comprobante de patente y VTV o revisión técnica y, en provincias donde sea obligatorio, oblea y grabado de autopartes.
Con el auto listo y los documentos en regla, a ponerse en marcha y seguir las recomendaciones para una conducción segura.
Condiciones previas
Para iniciar un viaje en auto es importante estar descansado y evitar ingerir alcohol el día anterior. Así lo recomiendan desde la Asociación Luchemos por la Vida.
Todos los ocupantes del auto deben usar cinturón de seguridad. Los chicos deben utilizar el Sistema de retención Infantil -la sillita- adecuado a su edad y peso.
Los chicos nunca deben viajar adelante, ni en brazos del acompañante ni a upa del conductor.
Velocidad, lluvia o niebla
Respetar las velocidades permitidas, tanto las máximas como las mínimas.
Llevar siempre las luces bajas encendidas y anticipar las maniobras usando las luces de giro.
Mantener la distancia de seguridad entre vehículos, que debe ser mayor si llueve o hay niebla.
Programar paradas de al menos 15 minutos cada dos horas o 200 kilómetros.
Con lluvia se necesita más distancia para frenar: es importante aumentar la distancia entre vehículos. Siempre maniobrar y frenar con suavidad.
“En caso de patinadas o giros en falso, soltar el pie del acelerador y luego comenzar a acelerar muy suavemente. Nunca hay que pisar el freno”, dicen en Luchemos por la Vida.
También recomiendan evitar conducir con niebla. Pero si la niebla sorprende en medio del viaje, encender las luces bajas y las antiniebla (no usar las luces altas), bajar la velocidad, usar el limpiaparabrisas y el desempañador para mejorar la visión.
Si la niebla resulta muy espesa, encender las balizas, prepararse para frenar ante un vehículo detenido (nunca para sobrepasar) y tratar de salir de la calzada en cuanto se pueda. Nunca detenerse en la calzada.
Tampoco se recomienda conducir de noche. «Por la oscuridad del ambiente, especialmente en la ruta, la visión del paisaje se reduce, los costados desaparecen en la oscuridad, salvo los pocos metros que los faros iluminan. El paisaje se hace más impreciso, ya que pierde la variedad de colores y no se perciben con precisión los relieves», detallan en la web de Luchemos por la Vida.
Y para quienes se ven en la necesidad de conducir de noche, dan consejos para evitar encandilamientos como evitar mirar los faros de los vehículos que lo cruzan o desviar la vista hacia las líneas laterales externas de su carril y guiarse por ellas para mantener la dirección.
Nieve, ripio o montaña
Cada terreno requiere cuidados específicos. Por ejemplo, utilizar cadenas en rutas con nieve, o prestar atención al «hielo negro», una fina capa de hielo camuflada con el asfalto.
En caminos de montaña, dar prioridad al conductor que circula en subida y nunca transitar en punto muerto, ya que se pierde la tracción del vehículo.
Para más recomendaciones:
- www. argentina.gob.ar/seguridadvial
- www.luchemos.org.ar/es/sabermas
Fuente: Clarín