Venecia, la mágica ciudad de los canales, produce una gran admiración por su entorno, sus góndolas y su encanto en general. Su esencia radica en estar construida sobre el agua, lo que la distingue de cualquier otra ciudad. Los visitantes siempre se preguntan si esto fue a causa de una inundación o si fue diseñada de esa manera.
Para saber esto hay que ir algunos siglos atrás, precisamente al siglo V d.C., cuando el Imperio Romano había caído y los germanos del norte empezaron a saquear las zonas cercanas a Roma, lo que obligó a sus habitantes a huir hacia los pantanos cercanos. Así llegaron a un vasto archipiélago formado por más de 100 islas en la desembocadura del río Po y comenzaron a construir cabañas sobre grandes pilotes de madera clavados en el lecho marino.
Poco a poco, fueron ocupando todas las islas del archipiélago y conectándolas mediante puentes. En un principio, se consideró un asentamiento temporal, y cuando los ataques bárbaros disminuyeron, muchos regresaron a sus hogares, pero un grupo decidió quedarse.
Una de las principales ventajas de Venecia es que, al ser una ciudad flotante, era prácticamente inmune a los ataques de sus enemigos. De hecho, el hijo de Carlomagno intentó invadirla pero no pudo llegar debido a las difíciles condiciones de navegación. Venecia llegó a ser una gran potencia en el Mediterráneo durante muchos años y su declive económico comenzó con el descubrimiento de América.
Pero surge una pregunta: ¿cómo la madera puede soportar construcciones como la iglesia de Santa María de la Salud? Pues porque los pilotes están sumergidos, lo que los aleja de los factores que la pudren como el aire y los microrganismos. Además, el agua salada que los rodea ayuda a petrificar la estructura, convirtiendo finalmente la madera en un material tan duro como la piedra.
Venecia es considerada una de las ciudades más hermosas del mundo y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sin embargo, enfrenta un grave problema: se hunde aproximadamente 2 milímetros cada año y por ello se realizan grandes esfuerzos para preservar los edificios y estructuras.
La vida cotidiana en Venecia no se limita solo a los turistas, ya que también alberga una población que vive su día a día en condiciones no tan sencillas. Hace 40 años, el archipiélago contaba con 120.000 habitantes, pero actualmente solo queda la mitad debido a las difíciles condiciones, como las constantes inundaciones causadas por las mareas altas, así como el reto de ser un destino turístico masivo.
Venecia también tiene algunas curiosidades fascinantes, veamos algunas:
- Los autos, autobuses e incluso las bicicletas están prohibidos. La única forma de desplazarse por la ciudad es a pie o en barca.
- Las señales de tráfico en Venecia son peculiares: los barcos a motor deben navegar por la derecha, mientras que los botes a remo lo hacen por la izquierda.
- Hay una casa llamada Ca’ Darío, a la que los venecianos llaman «La casa que mata». Todos sus propietarios durante 500 años han fallecido en circunstancias extrañas, y hasta el día de hoy sigue sin dueño.
- Un par de veces al año ocurre un fenómeno conocido como «aqua alta», en el que la ciudad se inunda durante varias horas e incluso la Plaza de San Marcos queda bajo el agua, y el ayuntamiento instala pasarelas por las calles para permitir el paso de los transeúntes.
- Las góndolas venecianas, famosas en todo el mundo, son de color negro, pero esto no siempre fue así. Fue una disposición legal que se implementó como un recuerdo a la peste negra que azotó la ciudad en 1562.
Con información de Europamundo Blog