Londres es una ciudad con un encanto especial. Su muy atractiva combinación de historia y modernidad, la hace una urbe que convoca a pasear por sus calles, conocer sus rincones y disfrutar sus alrededores.
Juan Pablo Barcos, agente de viajes de Turismo Volts, nos ofrece una guía detallada y práctica para quienes planean visitar la capital del Reino Unido, resaltando tanto su historia como sus modernas atracciones. Partiendo desde Ezeiza no hay vuelos directos, pero el viaje es sencillo de unas 15 horas con opciones como British Airways, que hace una escala en San Pablo, o aerolíneas como Iberia y Air Europa.
“Es una ciudad que vive entre la historia, pero que genera actualidad permanentemente”, comentó Barcos en Amo Viajar, subrayando la relevancia global de Londres. Explica que la ciudad está compuesta por dos áreas históricas: la ciudad de Londres, fundada por los romanos con el nombre de Londinium, y Westminster, con más de 800 años de historia.
Para explorar lo más que se pueda, Barcos recomienda un mínimo de una semana, y sugiere que “un viaje ideal de quince días estaría buenísimo combinando Londres con París”. Al planificar la visita, destaca la importancia de dedicar un día a cada zona de la ciudad. “Londres es un poco más extendido que Roma, por lo tanto, trasladarse de un área a otra puede llevar una hora, hora y media caminando”, comentó.
Para movilizarse lo más recomendable es el transporte público, en específico el subte, que aunque tiene su costo es “uno de los más lindos y eficientes”, afirmó Barcos. Por ejemplo, desde el aeropuerto de Heathrow, se puede llegar al centro de Londres en unos 40 minutos en metro sin necesidad de cambiar de línea, lo que hace el traslado muy conveniente.
En cuanto a las atracciones, Barcos mencionó al Museo Británico como una visita imperdible y gratuita (se puede donar algo en la entrada), aunque advierte sobre las estrictas medidas de seguridad: “Es muy similar a la de un aeropuerto” y destacó que hay que prestar mucha atención a los objetos que no dejan ingresar, entre ellos los líquidos.
Para quienes buscan opciones de alojamiento económico, Barcos sugiere considerar áreas bien conectadas pero fuera del centro. “Apoyándose en el muy buen transporte público que tiene Londres, uno se puede alejar un poquito de lo que es el centro y alojarse en lugares a 15 o 20 minutos de trayecto”, recomendó. Mencionó zonas emergentes como Spitalfields, con una vibrante cultura hipster, paredes con graffiti, y la zona al sur del Támesis, que ha visto un resurgimiento hotelero y buena conectividad con las atracciones turísticas.
Además de su impresionante arquitectura, desde edificios históricos como la Torre de Londres hasta modernos como The Shard, Barcos destacó los parques de Londres como una sorpresa agradable. “Es espectacular ir, incluso en días frescos”.
«Ir a sentarse al parque bien abrigado, o simplemente caminar entre los árboles, los lagos que tienen, la verdad que es algo que sorprende, porque uno va preparado para otra cosa, para una ciudad más gris, y ver tanto verde es hermoso», dijo.
La mejor época para visitar Londres depende de las preferencias de clima de cada persona. Barcos propuso marzo como una buena opción para evitar la temporada alta y las multitudes, mientras que junio ofrece un clima más cálido aunque con más turistas y precios más altos.
La diversidad cultural de Londres también facilita la comunicación. Aunque el inglés es esencial, la presencia de muchos residentes internacionales hace que sea más fácil encontrar ayuda en otros idiomas.
Para quienes desean explorar más allá de Londres, Barcos recomendó destinos cercanos como Greenwich, conocido por el meridiano que define la hora mundial, y otras ciudades atractivas como Brighton, Oxford, Cambridge y Bath. “Hay un montón de lugares que se pueden visitar, aprovechando también el servicio de trenes que hay en Londres”, concluyó.