Ubicada a 30 kilómetros de Guatraché, en el sudeste de la provincia de La Pampa, la colonia menonita La Nueva Esperanza se ha consolidado como un atractivo turístico único en Argentina. Desde su establecimiento en 1985, han mantenido sus tradiciones mientras abre sus puertas ofreciendo a los visitantes una oportunidad de sumergirse en su estilo de vida. Ana Lía Di Meo, una guía experimentada, nos ofreció en Amo Viajar una mirada detallada sobre la vida en esta comunidad.
La llegada de los menonitas a esta región se remonta a la compra de 10 mil hectáreas en 1985, con las primeras familias instalándose entre 1986 y 1987. Según Di Meo, «el estilo de vida de ellos es la religión, la familia y el trabajo. Trabajan muchísimas horas, de sol a sol, excepto el domingo». Este día es dedicado al descanso y no se permite la visita turística.
Los menonitas son una denominación protestante creada por Menno Simons, quien inicialmente estaba junto con Martín Lutero entre Alemania y Rusia, pero hubo disidencias entre ellos sobre todo en el tema del bautismo. Explicó Di Meo que Menno decía que había que bautizarse a partir de que tuvieras conciencia de adoptar esta fe y Lutero siguió imponiendo el bautismo a los bebés.
«Aparece con forma de iglesia en Canadá. Luego se sitúan en México y de allí bajan a América del Sur; primero Bolivia, y luego vienen a la Argentina donde le encuentran una beta económica al tema de diversificarse y comienzan a trabajar el la metalúrgica», detalló la guía.
Los menonitas de La Nueva Esperanza son conocidos por su trabajo artesanal en metalurgia y carpintería. En la colonia, se pueden encontrar muebles elaborados con roble, cedro y caldén, y algunos incluso han empezado a incursionar en la melamina para satisfacer demandas específicas.
La estructura social de la colonia se caracteriza por su auto-suficiencia. «No hay energía eléctrica. No hay ningún tipo de redes», explicó Di Meo. En su lugar, utilizan generadores y gas de garrafa para algunas necesidades. Las familias son numerosas y los matrimonios son exclusivamente dentro de la comunidad, dado que no existe el divorcio.
La visita guiada comienza en Guatraché, desde donde se recorren los 30 kilómetros de camino de tierra hasta la colonia. Los visitantes tienen la oportunidad de conocer la fábrica de quesos, con degustaciones incluidas, la metalúrgica, la carpintería y el almacén de ramos generales. «Hace bastantes años se trabaja en la localidad con el desarrollo turístico de Guatraché», comentó Di Meo, enfatizando el interés creciente por este destino.
Una de las paradas más interesantes del recorrido es la iglesia, donde «hablo de todo lo que son las creencias, la fe, la educación, la familia y también la salud».
Di Meo destacó el papel de la mujer en la colonia, señalando que «ha tomado un rol bastante importante y acompaña mucho al marido». Las mujeres trabajan muchas veces a la par de los hombres, mostrando una evolución en los roles tradicionales, aunque sigue siendo una comunidad preponderantemente masculina.
Para aquellos interesados en explorar la colonia menonita, es recomendable organizar la visita con anticipación. El número de Di Meo es 2923484742 y allí se coordina el recorrido.