En la Costa Atlántica bonaerense existen parajes que se transforman con la llegada del otoño. Lejos del bullicio del verano, estos destinos invitan a redescubrir la conexión con la naturaleza en un entorno de calma y belleza. Las playas se vuelven más silenciosas, los paisajes adoptan tonos más suaves y el ritmo desacelera, ofreciendo una experiencia distinta pero igual de encantadora.
Algunos rincones de la provincia combinan mar, bosque y aire puro, ideales para caminatas, contemplación y descanso. Son espacios donde se puede disfrutar del sonido del viento entre los árboles o del murmullo constante de las olas, sin interrupciones. En esta época del año, se revelan como alternativas perfectas para quienes buscan tranquilidad, naturaleza y autenticidad.
Pehuen Có, ubicado en el partido de Coronel Rosales, a una hora de Bahía Blanca, ofrece playas tranquilas, patrimonio cultural y una reserva natural única. Este balneario de la costa bonaerense se transforma en otoño en el destino perfecto para quienes buscan naturaleza, historia y calma. Una opción ideal para escapar del bullicio y disfrutar de la provincia en su versión más serena.
Una joya escondida al sur de la Provincia
En la costa bonaerense hay rincones que invitan a desconectarse y reencontrarse con la naturaleza. Pehuen Có, en el partido de Coronel de Marina Leonardo Rosales, es uno de esos lugares. Este balneario combina mar, bosque y tranquilidad, convirtiéndose en un destino ideal para visitar fuera de temporada.

A diferencia de otros balnearios más conocidos, Pehuen Có conserva un perfil bajo y un encanto que atrapa a quienes lo descubren. La amplitud de sus playas, su patrimonio cultural y sus paisajes naturales lo posicionan como uno de los secretos mejor guardados de la región.
Playas amplias y sin multitudes
Las playas de Pehuen Có se destacan por su extensión y aguas templadas, consideradas de las más cálidas de la costa atlántica. En otoño, la ausencia de aglomeraciones permite disfrutar del entorno en su estado más puro, ideal para caminatas, contemplación del paisaje y momentos de calma.
El Bosque Encantado: naturaleza a pasos del mar
A solo tres kilómetros del centro, el Bosque Encantado ofrece un contraste perfecto con el paisaje de dunas. Son 105 hectáreas forestadas con especies como pinos, eucaliptos y cipreses, ideales para hacer senderismo o relajarse bajo su sombra.
En su interior se encuentra el Vivero Municipal Gunther Lorentz, que enriquece el paseo con una diversidad de especies florales y arbustivas.

Entre historia y arquitectura singular
Pehuen Có también sorprende con su arquitectura cargada de historias. La Casa Barco, construida por el inmigrante italiano Luis Novelli, es una réplica del vapor que lo trajo a la Argentina. Su estructura en ladrillo y cemento, finalizada en 1954, rinde homenaje al mar y al espíritu inmigrante.
Otra edificación emblemática es la Casa Molino, inspirada en «Don Quijote de la Mancha», que aporta un aire literario al paisaje costero.
Un parque que revive la prehistoria
La Plaza Carrasco es un parque temático que muestra réplicas de animales prehistóricos que habitaron la zona hace miles de años, como el megaterio y el notiomastodonte. Esta atracción combina educación y entretenimiento, siendo un punto imperdible para familias y curiosos.

Patrimonio paleontológico y reserva natural
La región de Pehuen Có es rica en yacimientos paleontológicos. En la Sala de Interpretación Florentino Ameghino se pueden conocer fósiles y detalles sobre la fauna extinta de hace 12.000 años.
A pocos kilómetros, la Reserva Natural Pehuen Có–Monte Hermoso protege un ecosistema de dunas costeras, flora nativa y especies en peligro, ofreciendo actividades educativas y recorridos interpretativos.
Mucho más que un destino de verano
Aunque tradicionalmente es un balneario de temporada, Pehuen Có busca consolidarse como una propuesta turística durante todo el año. Su diversidad de atractivos y el creciente interés en el turismo de naturaleza lo posicionan como una opción ideal para escapadas en cualquier estación.
