Hay varios motivos por los que se recomienda evitar ciertos alimentos al viajar en avión. En primer lugar, la presión y la humedad en la cabina de una aeronave son diferentes a las que estamos acostumbrados en tierra. Esto puede dificultar la digestión.
En segundo lugar, el movimiento del avión puede causar náuseas y vómitos. Los alimentos picantes, grasos y que producen gases pueden empeorar estos síntomas. Y en tercer lugar, el espacio en los aviones es reducido y puede ser difícil moverse, por lo que se puede ver dificultada la digestión y aumenta el riesgo de gases y malestar abdominal.
Así, antes de que nos llamen para abordar, aconsejan evitar los siguientes alimentos:
Alcohol: los especialistas recomiendan evitar la ingesta de alcohol, especialmente los dulces o muy densos porque tienden a generar una mayor deshidratación y, por lo tanto, una mayor descompensación digestiva. Esto es debido a que el alcohol requiere un proceso más complejo de digestión a nivel del hígado, lo que puede acarrear algunos problemas extra al estómago.
Alimentos que contengan mucha sal: guarniciones como las papas fritas o los snacks deben evitarse en las comidas previas a viajar en avión. La sal que abunda en estas comidas incrementará la sed y la pesadez de estómago. Además, la falta de humedad y el aire seco de la cabina pueden provocar deshidratación.
Frituras: además de por las razones antes explicadas, las frituras son más pesadas de digerir y muy propensas a provocar indigestión. Rebozados como los nuggets o las croquetas deberían esperar hasta el aterrizaje.
Bebidas azucaradas y dulces: el exceso de azúcar provoca mucha sed y en ocasiones dolor abdominal. Por esta razón se recomienda consumir solamente caramelos duros en el viaje para evitar la sensación de sequedad en la boca, y siempre con moderación.
Verduras que provocan gases: como legumbres y otros vegetales del estilo del brócoli o coliflor. Desde un día antes de abordar el vuelo, los especialistas recomiendan prescindir de cocidos, purés o ensaladas que contengan estos elementos.
Lácteos enteros o los que no sean descremados: son alimentos productores de gas que por razones de comodidad personal y ajena conviene evitar antes y durante un vuelo ya que pueden llegar a producir hinchazón, incomodidad abdominal y hasta episodios de diarrea.
Café: existe la percepción de que tomar mucho café aumentará la concentración y el estado de alerta pero, por lo contrario, puede provocar excesivo nerviosismo e incluso pulso acelerado. La sensación de taquicardia no es lo más cómodo para viajar, por lo que es mejor reducir la cantidad de cafeína.
Tomando estas previsiones también podemos señalar que los mejores alimentos para comer antes o durante un vuelo son las frutas, las proteínas magras y el agua.
Fuente: Infobae
