El turismo se ha convertido en uno de los sectores económicos de mayor crecimiento, superando incluso industrias como el petróleo y la automotriz, según ONU Turismo. Sin embargo, el cambio climático ha influido en su desarrollo, afectando la duración de las temporadas y generando impactos ambientales. Frente a estos desafíos, surge el turismo regenerativo como una alternativa innovadora y sostenible.
El concepto de turismo regenerativo no tiene una definición única, pero se basa en tres pilares fundamentales: generar beneficios para el entorno, fortalecer la conexión entre turistas y comunidades locales, y crear condiciones para el bienestar de todos los actores involucrados. «Un proyecto de turismo regenerativo parte de una lectura del lugar con visión sistémica», explica Alexa Pauls, experta en turismo sostenible de la Universidad de Medio Ambiente de México.
A diferencia del turismo convencional, que prioriza la satisfacción del turista y puede provocar daños medioambientales, el turismo regenerativo busca dejar los destinos en mejores condiciones. «El desarrollo convencional es degenerativo, deja los lugares en peores condiciones», advierte el consultor Martín Araneda. Además, se diferencia del turismo sostenible, que minimiza el daño ambiental, pero sin modificar la estructura económica.
Los principios del turismo regenerativo incluyen la protección de ecosistemas, la revitalización cultural y la promoción de una movilidad limpia. «Podemos generar un impacto positivo a través de lo que hacemos y hay mucha inspiración que viene de observar lo natural», agrega Araneda.
Los beneficios de esta modalidad son amplios. En el ámbito ambiental, contribuye a la conservación de los ecosistemas. En el aspecto económico, fomenta empleos dignos y apoya a las comunidades locales. Además, responde a una demanda creciente de viajeros conscientes del impacto de sus desplazamientos.
La transición hacia el turismo regenerativo es urgente. La Declaración de Glasgow sobre la Acción Climática en el Turismo advierte que las emisiones de CO2 del sector podrían aumentar un 25% para 2030 si no se toman medidas. «El turismo puede liderar la transformación hacia un futuro de bajas emisiones de carbono», concluye el informe.
Con información de National Geographic
