Existe un rincón que combina la tranquilidad del campo con la belleza de un entorno natural recuperado. Un destino que invita a desconectar de la rutina, disfrutar del aire libre y redescubrir costumbres que parecían olvidadas, en un entorno donde el tiempo parece transcurrir más lento.
Este lugar se convirtió en una opción cada vez más elegida para escapadas de fin de semana. Su laguna, que había sufrido una fuerte sequía, volvió a llenarse gracias a las lluvias, transformándose en el escenario ideal para actividades al aire libre, pesca recreativa y momentos de descanso. A eso se le suma una propuesta gastronómica con raíces rurales y una historia que late en cada rincón.
Navarro, en el corazón de la provincia de Buenos Aires, es el destino perfecto para quienes buscan naturaleza, vida rural y gastronomía tradicional. Su laguna recuperada, el parque municipal y su rica historia lo convierten en un lugar imperdible. Además, suma atractivos como museos, un hipódromo, golf y pesca.
Una laguna que volvió a la vida
Navarro, ubicado en el centro de la provincia de Buenos Aires, ha logrado una notable recuperación ecológica. Tras enfrentar duras sequías que llegaron a secar por completo su emblemática laguna, las lluvias devolvieron vida al ecosistema. Hoy, este espejo de agua vuelve a ser un punto de encuentro para la pesca, el descanso y el turismo natural.
Parque Municipal: verde y relax en 70 hectáreas
El Parque Municipal, que rodea la laguna, es el corazón recreativo del lugar. Con 70 hectáreas de áreas arboladas, ofrece sectores de picnic, camping, espacio para casas rodantes y motorhomes. Las tarifas son accesibles y, como dato extra, los niños menores de 9 años entran gratis al camping.

Pesca, golf y deportes al aire libre
La laguna de Navarro es ideal para principiantes en la pesca: se pueden encontrar tarariras, carpas y bagres. También hay opciones como la compuerta del arroyo Las Garzas, que conecta con la laguna de Lobos.
Además, el Aeroclub local cuenta con una pista de tierra de 800 metros, y el campo de golf de 9 hoyos inaugurado en 1987 combina deporte con entorno natural. Para quienes disfrutan del trote, el Hipódromo de Navarro tiene una pista de 1.000 metros y capacidad para 5.000 personas.
Historia viva en cada rincón
Navarro también es una parada obligada para quienes aman la historia. El Templo Parroquial, construido en 1870, conserva su arquitectura jónica original, con imágenes centenarias.
Otro sitio clave es el Museo del Parque Dorrego, ubicado donde fue fusilado el coronel Manuel Dorrego. El museo conserva objetos y documentos de su vida, rodeado por un parque con monumentos históricos.

Los amantes de la ciencia pueden visitar el Museo Paleontológico y de Ciencias Naturales, que exhibe fósiles locales, y el Museo Ferroviario, con objetos y fotos que reflejan el pasado del tren en la región.
También se puede conocer la réplica del Fortín San Lorenzo, inaugurada en 1997 para recrear la historia militar y colonial del área.
Una pulpería para viajar al pasado
Uno de los atractivos más pintorescos es la Pulpería «de Moreira», restaurada y abierta al público. Ofrece una experiencia auténtica de las costumbres rurales, con relatos, objetos antiguos y una gastronomía típica que conecta con las raíces del pueblo.
